lunes, 28 de marzo de 2011
Alegria
viernes, 4 de marzo de 2011
El Apego
QUÉ ES EL APEGO
EL VÍNCULO EN EL MUNDO ANIMAL
- En 1935 Konrad Lorenz, observador de animales, demostró que existía una conexión innata entre las aves recién nacidas y una figura materna. En su estudio con patos y gansos descubrió que estas aves se vinculaban con el primer ser vivo que veían al salir del cascarón y a partir de entonces lo consideraban su madre. A esto se le denomina impronta y sucede en especies en las que nacen muchas crías y estas deben apegarse inmediatamente a una figura adulta que les surta de alimento y protección. Hay que destacar que esta impronta se establece en un periodo determinado, pasado el cual, el recién nacido no se apegará a ninguna figura.
- En el caso de los mamíferos también existe un periodo crítico en el que se puede activar el vínculo. En los primeros minutos tras el parto, la madre debe tener contacto con el recién nacido a fin de que fijen su olor y aspecto. Si no es así, rechazaran a la cría.
- En los humanos y otros primates, la biología del vínculo es más difícil de analizar.
EL APEGO EN LOS HUMANOS
- En sus inicios, el psiquiatra Sigmund Freud atribuía ese vínculo a aspectos puramente “nutricionales”. Freud afirmaba que el lazo lo establecía el bebé al engancharse al pecho y la madre respondía a esta acción.
- Posteriormente, otros científicos afirmaron que era el hambre, el alivio del dolor o la incomodidad lo que provocaba el apego entre madres e hijos. El bebé era el responsable de iniciar y mantener el vínculo, mientras la madre respondía y se sentía bien al poder satisfacer las necesidades de su bebe.
- En los sesenta, el psicólogo Harry Harlow, demostró que la comida y el alivio de la incomodidad tenían poco que ver con la intensidad del vinculo madre-hijo entre los primates. Experimentó con monos separándolos de sus madres. Los colocó en una jaula con dos “madres” artificiales. Ambas estaban hechas de madera y alambre con caras parecidas a las de los monos. Una “madre” estaba equipada con pezones que proporcionaban leche. La otra no daba leche, pero estaba cubierta de una tela afelpada. Los monos pasaban muy poco rato alimentándose de la madre con leche y permanecían la mayor parte del tiempo acurrucados junto a la madre cubierta de pelo. Lo más interesante y triste de este experimento fue que estos monos al crecer fueron incapaces de establecer vínculos con otros monos al no haber podido crear un vínculos con sus madres reales.
- Por esa misma época, el psicólogo John Bowlby, basándose en su trabajo en instituciones con niños privados de la figura materna, demostró que el vínculo se establece por el impulso innato que lleva a la madre a proteger al bebé. El hecho de que el bebé llore o se muestre inquieto estimula esa respuesta. Esto se debe a que una madre que proporciona abrigo, alimento y protección, unida a un bebé que sabe estimular esa conducta a través del llanto o la sonrisa, forman el binomio que goza de una mayor probabilidad de supervivencia.Bowlby formuló la teoría del apego, basada en que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño viene determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo). El apego proporciona seguridad emocional al niño: se siente aceptado y protegido incondicionalmente.Según esta teoría, el bebé nace con una serie de conductas que tienen como finalidad producir respuestas en las madres: la succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto son las “habilidades” de las que dispone el bebé para vincularse con sus cuidadores.Con este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de apego, resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explorar el mundo.
- Más tarde Mary Ainsworth en su trabajo con niños en Uganda, encontró una información muy valiosa para el estudio de las diferencias en la calidad de la interacción madre-hijo y su influencia sobre la formación del apego. Ainsworth encontró tres patrones principales de apego: niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre; niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres; y niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las peticiones del niño.
EL APEGO EN LA ACTUALIDAD
¿QUÉ FACTORES FAVORECEN
EL VÍNCULO ENTRE HUMANOS?
- La lactancia materna: a demanda y hasta que madre e hijo así lo deseen
- El colecho: los hijos duermen con sus padres
- El contacto físico y la proximidad: empezando por el contacto piel con piel tras el nacimiento
- El respeto al recién nacido, niño y adolescente en todas sus etapas evolutivas en función de sus necesidades e intereses
- Fomentar el dialogo y la comunicación entre padres e hijos
- Compartir momentos de juego, ocio, entretenimiento, etc.
martes, 15 de febrero de 2011
The Falseness of Psychiatry ║ Love Army
Es muy importante confiar en nuestros hijos. Solo ellos saben lo que quieren, debemos ayudarlos a seguir un camino, el camino elegido por ellos.
Cuantas más etiquetas les ponemos, más nos las creemos nosotros y más se las creerán ellos.
Es muy positivo decirles frases como:
"Eres un campeón"
Eres una campeona!!!!
Que artista eres, has hecho un dibujo/redacción precioso!!!!
Piensa y expresate en forma positiva de tus hijos, nuestras palabras y acciones les ayudan a crecer sanamente.
viernes, 4 de febrero de 2011
RISOTERAPIA PARA PADRES E HIJ@S
martes, 1 de febrero de 2011
Comunícate y Conversa con tus Chicos
Marisol Muñoz-Kiehne, Ph.D.
La comunicación, es uno de los fundamentos primordiales de las relaciones estrechas y efectivas. Dados los innumerables beneficios del saber comunicarse, y las desventajas de las deficiencias en la comunicación, enseñemos a nuestros chicos a comunicarse y a conversar.
“Hablando la gente se entiende,” mas “el que mucho habla, mucho yerra,” y que “el que tiene boca se equivoca.” Comunicarnos eficazmente con nuestros chicos conlleva mucho más que hablarles.
Pensar: “Usa la cabeza”
Recuerda- Aprende de las vivencias de tu pasado; repite lo repetible, y omite el resto
Razona- Antes de pronunciar palabra, piensa, para planificar a conciencia, y decidir qué decir
Sentir: “Escucha tu corazón”
Reconoce- Identifica tu emoción y tu intuición, pues pueden informarte e inspirarte
Respira- Profundamente, para expresar tu emoción ¡sin perder la razón!
Observar: “El ojo del amo engorda al caballo”
Mira- Al ver a tus hijos, presta atención a lo presente, a lo ausente, a lo constante y a lo cambiante en su apariencia y conducta
Amplifica- Aprovecha las observaciones de otros; todos tenemos puntos ciegos, y “cuatro ojos ven más que dos”
Escuchar: “Al buen entendedor con pocas palabras basta”
Atiende- Atenta y frecuentemente a lo que dicen tus chicos
Refleja- El pensar y sentir de tus chicos parafraseando lo que entiendes
Una de las maneras más importantes de conocer y compenetrarnos con nuestros niños es escuchándoles. Si queremos que nos escuchen y que nos hablen, escuchémosles más de lo que les hablamos. Quizás fuimos creados con una boca y dos oídos para escuchar más y hablar menos.
Escuchando efectivamente:
1. Empieza a escucharles desde pequeños; aun los más chicos tienen algo que decir.
2. Escúchales cuando te cuenten lo insignificante, y luego te contarán lo importante.
3. Préstales atención plena, minimizando las distracciones y mirándoles a los ojos.
4. Oye lo que no dicen, lo que dicen, y lo que insinúan.
5. Refleja el mensaje y el sentimiento en lo que dicen, y confirma si acertaste.
Hablar: “Preguntando se llega a Roma”
Incluye- Inserta a los pequeños en las conversaciones apropiadas.
Interroga- Haz preguntas abiertas (“Cuéntame de…”, “¿Qué piensas sobre…?”).
Una de las formas más eficaces de impartir conocimientos e instruir lecciones a nuestros niños es hablándoles. Es también conversando que les estimulamos a desarrollar sus destrezas para expresarse.
Hablando hábilmente:
1. Ten buen tino; escoge el momento y lugar apropiado.
2. Comienza las oraciones con “Yo” (“Yo siento, pienso, quiero, sugiero…”)
3. Nombra las emociones (alegría, tristeza, enojo, temor, etc.)
4. Responde a sus preguntas directa y honestamente, admitiendo si no sabes.
5. Reconoce cuándo es mejor callar.
Evitar: “La lengua es arma de dos filos”
Evita- Amenazas, críticas, humillaciones, burlas, comparaciones.
Minimiza- Órdenes, juicios, interrogatorios, sermones.
Leer: “Libro cerrado no saca letrado”
- Cómo hablar con mis hijos: Comunicación familiar (J.F. González Ramírez)
- ¿Tiene el niño derecho a saberlo todo?: Nuevas ideas para una comunicación más fructífera y sincera con sus hijos (F. Dolto)
Para más información, orientación e inspiración, visite http://www.nuestrosninos.com/ y escuche a la Doctora Marisol en el programa “Nuestros Niños.”
jueves, 27 de enero de 2011
¿Por qué me Regañas? ¡Solo estoy Aprendiendo!
- Ejemplo ante todo, es muy importante que los niños y las niñas perciban que sus padres no son perfectos, que cometen errores todos los días, igual que ellos, así no sentirán la presión de no defraudarlos.
- No ocultar los errores cometidos, los errores pueden convertirse en situaciones de juego y risas, por ejemplo, si dibujamos una casa, podemos hacer un par de líneas equivocadas para que los pequeños vean absolutamente normal, el hecho de no lograr la perfección la primera vez que se intenta.
- Cada esfuerzo es igual a una conquista, sin caer en el exceso de felicitarlos por cada cosa que hagan.
- Error, error, error…, hacer evidente cada falta cometida puede causar ansiedad, disminuir la creatividad y perder la espontaneidad de la actividad.
- Reírse con y de los errores, ayudará al niño a relajarse, facilitando el que pueda entender que no siempre son observados o juzgados.
- Aprender a ganar, pero también perder, una victoria fácil no será disfrutada igual que una reñida derrota tras cuyo esfuerzo sentirse orgulloso.
- Mis expectativas, sus expectativas, muchos padres y madres proyectan sus propias expectativas en sus hijos e hijas, anulando las de los pequeños, frustrándolos aún más.
- Comparaciones… jamás!, las comparaciones ocasionan una doble frustración, por un lado el desengaño personal por fallar y por el otro, molestia por estar debajo de mi hermano o amigo.
- El adulto es usted, si bien debe existir un respeto y apoyo mutuo, ellos no deben asumir responsabilidades que no les corresponden, en su lugar, merecen que se les reconozca sus sentimientos sin criticarlos, escuchar no implica tener que dar una opinión o resolver los problemas de los demás.