Ecológica mente

Los niños nos invitan a ser más sostenibles

¿Sabías qué…?

• En España hay un parque automovilístico de turismos, que en 2008 alcanzó la cifra de 22,1 millones. En 1998 la cifra llegaba “solo” a 13,9 millones de turismos. Además un 7,4% de los hogares españoles poseen tres o más vehículos.
• El trasporte público es utilizado principalmente por el 21,7% de los ciudadanos, mientras que el privado lo usa el 45,3%.
• En 2008 cada hogar generó, de media, 1.430 kg de residuos. En ese año las recogidas selectivas representaron cerca del 18,4%, frente a la recogida de residuos mezclados que fue del 82,6%.
• En cada uno de nuestros hogares se produjeron 1.116 kg de CO2, en 2008.
• El consumo medio de agua en nuestros hogares, en 2007, fue de 157 litros por habitante y día.

Probablemente no, aunque también es posible que tu hijo te lo haya contado en alguna ocasión, a su manera, y no le hayas hecho caso.

Desde mi punto de vista, de educador ambiental, observo en muchas ocasiones que los niños con los que trabajo se encuentran con un dilema. Reciben mensajes, desde la educación formal y no formal, que apuestan por un modelo de vida sostenible que luego ellos no reconocen en la cotidianeidad de sus vidas. En muchas ocasiones, lo que ven en la “otra escuela”, la familiar, no concuerda con lo que les transmiten educadores y formadores. Recuerdo la escena de Raúl en la playa, cuyos padres le animaban a jugar al dudoso pasatiempo de enterrar en la arena los restos de la merienda, papeles, bolsas y residuos orgánicos, o la del niño que me decía que en su chalet cambiaban el agua de la piscina todas las semanas porque, según decía su papa, les salía gratis.

Quizás sean casos extremos, o quizás no, pero tanto habituales como excepcionales, merecen nuestra atención y una reflexión que nos haga ir, a todos los implicados en la educación de estos niños, en la misma dirección, la única posible, la de la sostenibilidad.

Es probable que nuestros hijos sean conscientes del choque de dos modelos de vida, uno que trata de abrirse paso, debido a la degradación ambiental, a la limitación de los recursos naturales y al crecimiento demográfico del planeta, y otro que trata de resistirse a desaparecer, porque a fin de cuentas es lo que llevamos haciendo durante décadas y es la manera de hacer las cosas que hemos aprendido.

¿Cuáles son los principios de este nuevo modelo de vida?

En 1987, el Informe Brundtland dejó claro que solo había un camino para garantizar el futuro de nuestros hijos en el planeta, aquel que permitiera satisfacer las necesidades de nuestra generación, sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras de hacer lo mismo. A eso se le llamó Desarrollo sostenible, algo así como proponerse aplicar el sentido común, pero en una declaración formal.

Quizás donde mejor estén recogidos estos principios sea en LA CARTA DE LA TIERRA, una declaración de principios fundamentales para la construcción de una sociedad global justa y sostenible. El proyecto de la Carta de la Tierra comenzó como una iniciativa de las Naciones Unidas, pero se desarrollo y finalizó como una iniciativa de la sociedad civil. En la actualidad es una entidad independiente la que gestiona este gran proyecto.

De entre todos los principios que propone este documento, me voy a quedar con uno, el que dice: “14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida sostenible.” El resto se puede consultar en la web de Iniciativa de la Carta de la Tierra: http://earthcharterinaction.org

¿Cómo pasar a la acción?

Eso mismo nos preguntamos desde el proyecto aktúa, un proyecto de comunicación y educación ambiental, en el que desde 2008 asumimos el reto de aportar nuestro granito de arena para hacer posible un mundo mejor para todos y todas. El proyecto aktúa quiere inspirar a la gente para que mejore el mundo en que vivimos, y para ello abrió una ventana desde la que asomarse y ver qué y cómo se puede hacer.

Aquí te dejo cinco consejos muy básicos que puedes seguir para iniciar esa nueva vida más sostenible, algo que nuestros hijos agradecerán.

• Los cargadores de teléfonos móviles pueden llegar a consumir hasta 5 wh de electricidad cuando están enchufados. Pásate a la recarga solar, en el mercado puedes encontrar cargadores solares para móviles y otros dispositivos electrónicos.
• No tirar el aceite usado por el fregadero, un litro de aceite usado puede llegar a contaminar 1.000 litros de agua.
• Utiliza pilas recargables y cárgalas con un dispositivo solar. Menor generación de residuos, consumo de energía y emisiones de CO2.
• Instala un aireador en los grifos de casa, la reducción del consumo de agua puede llegar al 50%
• Pasa tus facturas del papel al formato electrónico. En España se hacen unas 4.500 millones de facturas al año, su equivalente en papel necesitaría un bosque del tamaño de 700 campos de futbol.

Puedes ver muchos más en www.aktuaya.org

Y como siempre suelo acabar mis artículos como una referencia musical, cinematográfica o literaria, te propongo lo siguiente:

• “Las calabazas gigantes del granjero John” (Una película sobre agricultura y vida)
• “Consumir menos, vivir mejor” Un buen consejo y un buen libro de Toni Lodeiro que puedes descargar en internet.
• “Invincible” de Muse. Un grandísimo tema musical.

Serafín Huertas Alcalá

Comunicador ambiental. Responsable en España del proyecto aktúa.

serafin@aktuaya.org

Fuentes:

“Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2009” Instituto Nacional de Estadística.

“Perfil Ambiental de España 2009” MARM

¿POR QUÉ HABLARE A SUS HIJOS DE MEDIO AMBIENTE?

El siglo XXI se ha caracterizado entre muchos otros aspectos por la gran preocupación de la humanidad entorno a las temáticas relacionadas con la conservación y preservación del medio ambiente, preocupación que le ha permitido ser tema de gran importancia en reuniones de académicos, políticos, empresarios e incluso se han llevado a cabo cumbres, conferencias y desarrollado convenios, tratados, declaraciones, protocolos e informes que mediante la acción legal y jurídica podrían hacer posible la conservación y preservación del ambiente, así como también la mitigación de impactos ambientales negativos por actividades antropogénicas y naturales, en su momento han sido efectivos. Es una realidad que todo lo anterior ha sido desarrollado por la necesidad que tenemos de mantener el planeta en “buen estado” para posibilitar la existencia de la humanidad en él. Es de esta manera como hoy escuchamos en los medios de comunicación, en las calles, en el supermercado a las personas, comentar y quejarse acerca de sucesos como las alteraciones del clima o cambio climático, calentamiento global, efecto invernadero, contaminación, etc. Pero también vemos que quienes se quejan de las consecuencias de los problemas ambientales, en su mayoría adultos, en lugar de tomar partido en la solución siguen siendo parte del problema aun cuando se ve afectado su interés particular.

En diversas ocasiones me he encontrado con personas en esta situación, a las que he tratado de explicarle el porqué dela problemática y el cómo llegar a la solución, sin embargo acuden a posturas evasivas o a delegar su responsabilidad en el problema a los dirigentes políticos o autoridades ambientales, sin darse cuenta que realmente es una responsabilidad compartida. En Colombia es conocido el refrán “loro viejo no da la pata”, según el cual las personas mayores tienen dificultad para adquirir nuevos conocimientos o para adoptar nuevas conductas, tal como ocurre en este caso, a los algunos adultos les cuesta por costumbre o por negligencia entender las problemáticas que giran entorno al medio ambiente pero sobretodo comprender que en sus manos, en nuestras manos está la solución. Esto último constituye también un obstáculo para la consecución de una mejora en la situación ambiental actual de nuestro planeta, porque es en este punto donde se hace evidente que no son suficientes las acciones legales y jurídicas para desarrollar soluciones, sino la unión de la dimensión política, social, cultural, económica con el fin de encaminarnos hacia un desarrollo sostenible¹.

Sin embargo a pesar de lo triste que puede ser lo anterior, no todo está perdido; es conocido por todos que las nuevas generaciones tienen la capacidad de revolucionar lo establecido, rompiendo paradigmas y construyendo nuevos y mejores, proponiendo ideas que van a la vanguardia y acorde con las características de la época. Es por ello que aún hay una solución que también está en sus manos, padre, madre, abuelo(a), tía(o), familia, hay quienes pueden aprehender, aplicar y replicar de forma efectiva todo lo concerniente al cuidado del medio ambiente en pro de un desarrollo sostenible, dadas las habilidades de los cerebros jóvenes para apropiarse de conocimientos de forma fácil, rápida y aún más para crear e innovar. Los niños son quienes mejor pueden llevar a cabo lo anterior, es por tal razón que si queremos un planeta en condiciones aptas para vivir, pero sobretodo para que ellos vivan y gocen de lo que alguna vez nosotros también, debemos ser partícipes de la solución de los problemas ambientales a partir del hecho de hablarles de medio ambiente, sus problemas, las consecuencias de estos, mostrarles si es necesario un antes y un después a partir de experiencias vividas, la forma como se pueden ver afectados si continuamos con el actual modelo de progreso, pero de forma particular mostrarles con optimismo que hay como corregir y que ellos son quienes pueden hacerlo. Aclaro que no es delegar la responsabilidad de solución a las nuevas generaciones, es ser parte hoy de ella mediante la educación ambiental a niños y jóvenes, para que entre todos construyamos sociedades ambientalistas y una cadena de desarrollo sostenible.

Es necesario resaltar que para esta labor se debe ser muy creativo, con el fin de que los niños y jóvenes entiendan el mensaje, a veces para los últimos puede resultar engorroso hablar de cuidado y preservación del ambiente, por ello y aún más por la necesidad es de carácter obligatorio implementar herramientas didácticas que permitan la compresión y el aprendizaje de estas temáticas. Así mismo es necesario hablarles con la verdad, hoy día existen muchos mitos sobre los problemas ambientales y su dinámica, por ello deben documentarse para evitar confusiones y planteamientos errados en las posibles soluciones.

Finalmente, porque sus hijos son quienes mañana vivirán en este único lugar, porque de él tomarán los recursos para vivir, porque las necesitan en buen estado, porque es necesario preservar y conservar para conseguirlas, porque infortunadamente no todos los que hoy estamos en la Tierra colaboran en la solución, porque el problema no se lo hacemos a ella sino a nosotros, porque es urgente un cambio en el modelo de desarrollo, porque ellos tienen habilidades en potencia para lograr grandes cambios ,porque su educación y el bienestar colectivo de la sociedad está en manos de todos…porque es necesario inculcar valores ambientales, porque es el único lugar conocido para la subsistencia, hoy y ahora debe hablarle a su hijo(a), sobrino(a), etc, de medio ambiente.

"Al final, conservaremos sólo lo que amamos,

amaremos sólo lo que entendemos,

entenderemos sólo lo nos enseñaron." (Baba Dioum)

Por: Liana Carolina Llerena Ortega

Grupo Conciencia Ecológica

http://www.concienciaecologica.org/