Todos los padres
buscamos brindarles lo “mejor” a nuestros hijos. Sin embargo, les
pregunto: Cuántas veces en su quehacer como padre, no se han
preguntado o cuestionado en ocasiones de su proceder con ellos? Yo
sería una de las primeras en levantar la mano y decir “He dudado y
en ocasiones no sé qué hacer”. Y esto nos sucede porque
nuestros hijos no vienen con el manual de instrucciones y cada día
es mayor la necesidad de entrenarnos como padres y buscar
alternativas que nos ayuden a incentivar seres humanos capaces de
contribuir una mejor sociedad.
Disciplina Positiva
cuando es llevada a la práctica nos permite encontrar respuestas y
herramientas efectivas a largo plazo que estimulan tanto en niños
como en adultos un conjunto de habilidades sociales y de vida.
Esta metodología está
basada en la filosofía de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs quienes
comprendieron la importancia de tratar a todas las personas con
dignidad y respeto. Disciplina Positiva nos ayuda a través de
métodos no punitivos:
♥ A transmitir el
mensaje del amor y respeto, creando sentido de conexión y
pertenencia.
♥ A
ser firme y amable al mismo tiempo.
♥ Aprovechar
los errores como hermosas oportunidades de aprendizajes
♥ Permitirle
a los niños explorar las consecuencias de sus decisiones (a
través de preguntas curiosas) en lugar de imponerles
consecuencias (una forma de castigar disimulada) para
que paguen por sus errores.
♥ Enfocarnos
en soluciones: Involucrando al niño en la creación de ellas.
♥ Enseñarles
habilidades interpersonales e intrapersonales como: Autodisciplina,
autocontrol, autoevaluación, cooperación, comunicación asertiva y
empatía hacia los demás.
♥ A
invitar a los niños a percibirse como una persona capaz con
un propósito de vida.
Cuando los niños son
guiados a través de esta metodología, no son perfectos
(nadie lo es), pero se sienten importantes y valiosos para su
comunidad y reflejan este bienestar a través de sus acciones:
“Contribuyendo significativamente a su contexto siendo respetuosos,
colaboradores, independientes, recursivos, empáticos y
comunicadores”.
Disciplina Positiva
genera familias democráticas en dónde cada uno de sus miembros son
importantes y tenidos en cuenta, no apoya el empleo de ningún tipo
de castigo o premio para cambiar comportamientos inadecuados, ya que
estamos seguro que si deseamos ser efectivos a largo plazo tendremos
que enfocarnos en la raíz que genera el mal comportamiento.
Usted puede hacer que
Disciplina Positiva forme parte de su caja mágica de
herramientas acompañada de su inmenso amor, paciencia y
entusiasmo para guiar a su hijo.
Le extiendo una cordial
invitación para que conozca más acerca del programa a través de la
serie de libros de “Positive Discipline” escritos por la Doctora
Jane Nelsen, Cheryl Erwin, Lynn Lott y otros. También puede
encontrar mayor información en los siguientes enlaces:
Gigliola Nuñez
Certified Positive
Discipline Trainer